Día 6
Al levantarme, y tomar mi teléfono para ver algún mensaje, sólo encuentro la siguiente contestación al pergamino que escribí unas horas atrás: "Ok". Sentí algo en el pecho, feo... Pero decidí dejarlo pasar. En unas horas viajaba a Tijuana a un concierto. En fin...
Al llegar a mi ciudad adoptiva de los últimos años, lo primero que hago es llamarle. Platicamos unos cuantos minutos de manera agradable. Después de un rato, uno que otro mensaje, y cada quien salió por su cuenta, solamente quedamos en llamarnos ya finalizada la noche. Cosa que ocurrió, pero igual que una noche anterior, la respuesta al pergamino no vino cuando se esperaba.... Decidí dejarlo pasar... No pasa nada...
Día 7
No supe nada de ella hasta las 5pm. Justo antes de entrar a trabajar decidí llamarle. Conversamos amenamente. Bastante fluida la plática.Cuando de repente suelta lo siguiente:
-No quieres que te lleve algo de cenar?
-Ammm... Me agarraste en curva... Como quieras! (Estaba sorprendidísimo)
- Eso no supe que era, si o no?
- Si. A las 10, trae lo que quieras!
- Ok, nos vemos...
Las horas siguientes fueron un total manojo de nervios. Estaba contentísimo, esperaba ansioso que fueran las 10 de la noche... Pero... No contaba con el destino, la fatalidad de la ciudad que tanto quiero. Una tormenta se hace presente. Y después de la tormenta de arena, de la lluvia, de los truenos y de la humedad, suena el teléfono del trabajo... La llamada fue algo larga, y puedo resumir la situación principal así:
-Oye, esta lloviendo...
-Lo sé...
-No voy a poder ir. No puedo sacar mi carro de la cochera. El portón es eléctrico y se bloqueó con la lluvia. Yo quería verte hoy.
-Pero pues... Que vamos a hacer? No se va a poder...
La plática transcuyó en ese mismo tenor, hasta que vino la parte determinante de esto:
-Bueno, si quieres puedes venir saliendo...
Lo que mi cabeza reaccionó a decir en ese instante me lo lamentaré toda la vida...
-No, otro día, no te mortifiques...
Ella dijo que estaba bien y colgó. Desde ese mismo momento sabía que había cometido un grave error. Horas más tardes pude comprobarlo... Y me lo seguiré lamentando...
Día 8
El día empezó con una llamada, digámoslo así, muy simple... Pensé que el día seguiría con el tenor de la noche anterior... Dije: "Bueno, quizá al ratito puede que cambie el día.... Vamos a esperar a salir del trabajo y veremos que ondas".
Se me adelantó la espera. Recibo una llamada de ella al trabajo. Quizá sólo era para informarme del robo que sufrió, pero me sentí bien. Sentí que lo de unas horas atrás podría cambiar para bien. Solamente habría que saber llevarlo.
Por la noche hablamos un poco. Después, comenzaron los mensajes... El día finalizó con una larga llamada por radio como en los viejos tiempos. Extrañaba demasiado eso. Por un momento sentí ese receso demasiado lejano... Sentí esa buena vibra, esa calidad, ese amor y estima bien presente. La extraño, pero lo que acaba de suceder hace unos minutos, esa llamada, es un aire de esperanza, de que todo retomará su rumbo en un tiempo cercano. Eso deseo. Y estoy seguro que falta poco para que pase. La extraño. Y la amo mucho!!
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