Día 2.
Comienza el día. Al despertar, un pequeño mensaje deseando una buena tarde. Una ligera conversación. Al cabo de unos minutos, me decido por tomar una siesta. "Espero para antes de entrar a trabajar", pensé.
Al llegar a mi trabajo, lo primero que hice fue marcarle. Pero parecía, desde ese momento, que el día pintaba feo. Por una u otra razón, o mejor dicho, por el asqueroso servicio que tiene Nextel, no pudimos hablar lo deseado. "No importa", me dije. Veré que se puede hacer.
Al cabo de unos cuantos minutos, recibo una llamada al trabajo, contesto y es ella; pero maldita mi suerte, estoy ocupado con gente a mi alrededor hablándome de tantas cosas que me importan un comino, con un sonido bastante alto gracias a las máquinas enviciadoras del casino, más aparte la voz quedita que apenas alcancé a distinguir 2 oraciones: "Mi radio murió", y "Voy a salir". Yo sólo atiné a decir que si podía marcara más tarde. Cosa que no ocurrió.
Salí de trabajar, vuelvo a los horarios nocturnos. Anteriormente era inevitable tener un mensaje de ella. Tenía miedo, en verdad, de no ver nada. No tener mensaje hubiera sido duro, pero aceptable, dado lo que estamos viviendo. Y vaya, que bien sentí al verlo. Rápidamente contesté.... Recibo sólo un "Ok" de respuesta que me desanima. Contesto y parece que ella se desanima... El caso es que creo que este día parecía destinado a ser feo, a pintar feo, a ser difícil... Y así lo fue.
Van 2 días y siento un vacío en el pecho. Esta conmigo sin estarlo. Y quisiera que no fuera así. Espero ansioso el día que termine este receso. Y que pueda volver a estar con ella. Lo anhelo, en verdad...
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